sábado, mayo 03, 2008

Los fusilamientos del 3 de Mayo

Este conmovedor cuadro de Goya se erige como una de las más perdurables imágenes de la inhumanidad. El 2 de mayo de 1808, los madrileños se alzaron contra el invasor, y al día siguiente los franceses se vengaron con saña ejecutando a cientos de rebeldes y a otros que no pasaban de ser simples espectadores de los aconecimientos. Goya no pudo registrar los hechos hasta seis años después, cuando Fernando VII volvió a ocupar el trono. El cuadro trasciende su marco histórico y plasma dos rasgos señeros del arte goyesco: su capacidad para crear imágenes poderosamente directas y su sentido moral, crítico paro siempre distante.

Francisco de Goya: El 3 de mayo de 1008 en Madrid: los fusilamientos en la montaña del Principe Pío; 1814; 246 x 345 cm; óleo sobre lienzo: Museo del Prado, Madrid. Presionando con el ratón en la imagen se amplía.

Puntos neurálgicos del cuadro
  1. Moderna crucifixión: La víctima central alza los brazos en un gesto que recuerda al Cristo crucificado(vease la palma de la mano derecha), Goya, no obstante, fue muy crítico con la Iglesia católica y un gran admirador de las ideas ilustradas
  2. Miedo en la noche: La matanza se produjo de madrugada. La implacable negrura del cielo, que domina el tercio superior del lienzo, contribuye a crear el tono tétrico del cuadro.

  3. El escenario de la matanza: Los edificios no pretenden reproducir con fidelidad ninguna construcción de la época. Las ejecuciones se produjeron cerca del actual palacio de Oriente, en la montaña del Principe Pío.
  4. Los uniformes: Los sobretodos de los soldados se hacían de lana sin teñir, lo que explica las diferencias de color. Los petates dan a entender que son del arma de infantería. Los característicos morriones y los sables de empuñadura cuadrada se introdujeron durante lal guerras napoleónicas.
  5. La fuente de luz: Aparantemente, la luz proviene del fanal, pero en realidad irradia de la camisa blanca de la víctima central. Las fantasmagóricas sombras intensifican el terror de los rostros.

  6. La expresión de terror: Esta figura resulta especialmente conmovedora: el miedo se dibuja en sus ojos y se muerde las uñas, aterrorizado como un niño.
  7. La impiedad de la matanza: El cadáver del primer término, de bruces en un charco de sangre, repite el gesto de la víctima "cricificada": Goya no deja dudas sobre su destino ineluctable.
  8. El personaje arrodillado: El cerquillo de este personaje arrodillado, con las manos apretadas en ademán suplicante, parece indicar que se trata de un fraile. Su presencia nos recuerda la arbitrariedad de la venganza francesa: muchos inocentes fueron fusilados junto con losinsurrectos.

Lógicamente, los soldados disparan de cerca por la escasez de luz, pero Goya acorta la distancia hasta colocar los cañones casi a quemarropa en aras de un mayor dramatismo.

Otros detalles importantes del cuadro

fusileros

Máquinas de matar

Aunque sus gorros los identifican como franceses, los soldados parecen anónimos autómatas, meras máquinas de matar que ejecutan órdenes. Es significativo que Goya nos oculta sus rostros

grito calladola torre

"Singular mezcla de Velázquez, de Rembrandt y Reynolds, este genial Goya nos demuestra la más resuelta originalidad" . Théophile Gautier

EL AUTOR

Autorretrato de Goya

Una última consideración

Héroes y Antihéroes

Tanto estética como históricamente, el cuadro de Goya es el reverso de El juramento de los Horacios, de David, que plasma la imagen de unos héroes dispuestos a morir por una causa. Goya nos retrata al antihéroe: no al guerrero, sin a la víctima cuya muerte se convierte, casi por azar, en un llamado a los que combaten la opresión. También el estilo de Goya contrasta con el de David, con escasos perfiles marcados y una pintura llena de ambigüedades y sutilezas. Obsérvese que la postura de estos soldados, repite, a la inversa la de los Horacios.

Del libro Guía visual de pintura y arquitectura de El País Aguilar.

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