Uno a veces siente verguenza ajena ante algunos hechos, éste es uno de ellos, una tienda de Alcudia (Mallorca) ante los robos que sufre, su dueño, no tiene cosas mejor en las que pensar que poner el letrero que se puede ver a la izquierda.
Quizás no se deba sentir verguenza ajena pues la verguenza debe sentirla el que comete actos vergonzosos. Yo no siento que lo que hace un miembro de mi país me vincula a mi particularmente, evidentemente no todos tenemos las mismas ideas y que cada palo aguante su vela.
Pero uno no deja de sentir un poco de miedo, no ya por los extranjeros que puedan venir a España y que son unos delincuentes, los cuales, desde mi punto de vista como tal deberían de ser tratados, uno siente miedo por convivir con compatriotas que son quizás más peligrosos, ya que si tratan así a las personas en general, por haber nacido en un país concreto, no son dignos de confianza ninguna, yo, si voy a trabajar a cualquier país, no debo de ser tratado como un delincuente porque haya gente que ha nacido donde yo he nacido y actúa como un fascineroso, ni ellos tampoco, es curioso en un sitio que además vive del turismo y que está acostumbrado a tratar con extranjeros.
(...) La responsable ha señalado que pusieron el cartel que, en su opinión, no tiene un contenido xenófobo, después de haber vivido varios robos en la tienda que, ha dicho, les hicieron "explotar".
Vamos, si eso no es xenófobo, qué es xenófobo, ese cartelito y con la bandera de Rumanía, alucinante, luego dicen que no deben de impartir "educación para la ciudadanía", y se la impartiría esos señores y a muchos de los que han escrito comentarios en la noticia de la Vanguardia, 189 comentarios cuando escribo esto y algunos, ¡vaya comentarios! Vergonzoso en un país que hace cuatro días teníamos dos millones y pico de emigrantes.
No suelo estar de acuerdo con el tratamiento que el Mundo suele dar a las noticias pero en este caso, sí que estoy muy de acuerdo.
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