domingo, enero 07, 2007

Terapia de choque

Hay profesores que les gusta que les respeten y, se preparan para el choque, para la guerra, dando consejos a compañeros más jóvenes, y digo compañeros pues él dirige su carta a un profesor joven, lo cual no deja de ser un poco chocante, lo digo porque el número de profesoras, si no me equivoco, es mayor que el de profesores, no digo yo que haga mal, según van los tiempos pero, sabiendo que esa estrategia esta condenada al fracaso, pues siempre hay alguien que te puede fastidiar, aunque no fuese nada más que por eso ¿no merecería la pena en probar otro tipo de maniobras que las que se aconsejan? Los profesores, que pueden y saben desenvolverse, que tienen experiencia ¿no deberían desplegar sus sabiduría para tratar de motivar a unos adolescentes que en realidad lo que están buscando es alguien que les enseñe? no creo que exista sólo esa manera de enseñar y atraerse a los alumnos que nombra en tono despectivo "animador cultural y monitor de tiempo libre", la carta:

No lo consientas

(Carta de un profesor veterano a un profesor joven)

MIGUEL IBÁÑEZ/PROFESOR DE ENSEÑANZA SECUNDARIA

Ya habrás notado que últimamente estamos de moda. Se habla de nosotros a todas horas, pero no por los excelentes resultados de nuestros alumnos ni porque las autoridades educativas hayan decidido que los institutos vuelvan a ser lugares de estudio y de trabajo, no. Desgraciadamente, los resultados de nuestros alumnos son más bien mediocres, y a nuestras autoridades les preocupan más la educación afectivo-sexual, el multiculturalismo y el pacifismo -por citar algunas de sus obsesiones habituales- que la física o la literatura.

(...) Afortunadamente, tú trabajas en Disneylandia. Te lo digo en serio. Cantabria es en general la autonomía de la 'Señorita Pepis', y no iba a dejar de serlo en esto de la educación: aquí la violencia es menor, los conflictos de menos intensidad y los problemas se disuelven en una amable indiferencia tediosa que a mí, por cierto, no me disgusta. Ojalá sigamos así (...)

(...) No consientas que te marginen. Estás dentro de un sistema en el que todo tiende a culpabilizarte, aislarte y marginarte. Directa o indirectamente te dirán que en el fondo la culpa de que los alumnos se porten mal es tuya, porque no has sido lo bastante lúdico ni lo bastante participativo ni lo bastante comunicativo como para motivarlos. A veces fingirán que te dan la razón mientras te sugieren que deberías cambiar de estrategia educativa, ser más cordial, pactar las normas de comportamiento, etc. Pero recuerda que tú eres un profesor, no un animador cultural ni un monitor de tiempo libre. ¿Has preparado tus explicaciones como es debido? ¿Has atendido las dudas de los que sí estudian? ¿Has mandado hacer ejercicios que refuercen tus explicaciones? ¿La materia que has impartido está dentro del programa del curso? Si has respondido afirmativamente a las preguntas anteriores no tienes por qué parecer culpable: no lo eres (...) .

Toda la carta en el diario montañes.

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