Me cambio de casa y me meto en una aventura de ilusión y de trabajo, desgraciadamente no tengo ni tiempo, ni cabeza para poder mantener el blog ni siquiera semanalmente, yo espero que allá por ultimos de septiembre primeros de octubre pueda seguir diciendo las cosas que se me ocurren o poner las fotos que me gusta hacer, así que eso, espero que hasta pronto, espero poder seguir viendo los trabajos de esos blogs amigos que uno va haciendo y que tanto me gustan, Sandra, JP, Mara, Mármara, Panoja, santanderin@ y algunos más que tengo enlazados, que como uno no tiene tanto tiempo, pues están algo abandonados por mi, a todos hasta pronto, o por lo menos, eso espero.
"Calzado con zapatones de madera de fresno y suela de piedra. Porta una honda y un catalejo. Ayuda a encontrar los objetos perdidos por la personas buenas, pero no socorre a quienes tengan mala intención, burlándose de estos desde su escondite en la espesura".
martes, julio 08, 2008
lunes, junio 30, 2008
Son capaces de sufrir, como nosotros
Los simios son unos animales que comparten con nosotros más de un 98% de los genes y ya no se debería discutir , que como nosotros, tienen unos derechos básicos . No hablan, pero no es porque no entiendan nuestras lenguas. Son usados como conejillos de indias en laboratorios, son masacrados en países que no tienen dienero para protegerlos y sufren igual que sufrimos nosotros. Hay webs donde nos podemos enterar de lo que es el proyecto Gran Simio y todo lo relacionado con ese proyecto; todos deberíamos aprobar la ley que dota de los mínimos derechos a estos homínidos que son nuestros parientes más cercanos.
sábado, junio 28, 2008
Mas fotos de Londres
miércoles, junio 25, 2008
Diga crisis, por favor
Hace años, cuando los burros eran una herramienta de trabajo, un hombre compró una burra a un marchante, una vez la hubo llevado a su casa, se dio cuenta que le habían engañado, la dentadura del animal, que el vio entera e intachable, se fue cayendo a poco a poco, algunos molares eran cachos de madera pintados de blanco y artísticamente pegados en su boca, y sus heridas, profundas, estaban muy bien maquilladas pareciendo supérfluos lunares. La burra era lo que se suele llamar un tente mientras cobro.
El hombre, enfadado, fue a protestar ante el vendedor y le dijo que le había vendido una burra llena de trampas y en un estado verdaderamente lamentable; éste le contestó "creo que haces mal al decir esto, pienso que si quieres revender la burra no debes airear sus defectos, antes bien, deberías poner en evidencia ante los demás sus muchas virtudes, aunque no las tenga".
Esta conocida fábula es lo que me viene a la mente cuando se le quiere obligar al Presidente de Gobierno a que diga lo mal que va España.
Si la economía de un país depende de lo bien o de lo mal que ese país se vende ante los demás países, qué ayuda a los habitantes de ese país que su Presidente ponga en conocimiento de los demás los defectos y debilidades de su economía, ¿No será mejor que sea prudente en sus declaraciones, resalte las virtudes de ese país y no sus puntos débiles? eso sí, tratando de paliar en lo que él pueda la incidencia negativa de las corrientes inflacionistas producidas en gran medida por algo en lo que no tiene manera de incidir, que es el alza del precio del petroleo, un alza que viene claramente producico por una guerra que si hubiesemos querido más estabilidad de precios, nunca se hubo de haber producido.
domingo, junio 22, 2008
La vuelta a casa
Pues otra vez de vuelta en casa, "home sweet home" que dicen por allí, y es que claro, en tan poco tiempo, lo único que uno hace es comer y dormir (poco) cogiendo fuerzas para las caminatas que vienen después, Londres tiene mucho que ver.
Estuve alojado por un sitio que se llama Ealing Broadway en un hotel (foto 3) muy inglés aunque el dueño era iraní y estaba casado con una ecuatoriana. Ealing se encuentra un poco alejado del centro y además de un centro urbano tiene un gran barrio residencial con casas muy típicas.
Ahí van unas fotos de las muchas que hice. El Holland Park, se lo recomiendo a cualquiera que vaya por allí, un verdadero pulmón de la ciudad en un sitio muy lujoso de Londres, se veía por allí gente muy inglesa, haciendo picnic en los bancos, comían pastas y bebían vino en unos cubiertos y vasos de buena cubertería, vestían como de etiqueta, era un espectáculo pintoresco, dentro del parque hay un jardín japones que es una gozada de paz, tranquilidad y belleza. Más pintoresco, pero en otro sentido, es el mercado de Camden, los personajes que se ven por allí es difícil verlos en otras ciudades, sobre todo la variedad y cantidad de ellos, uno no puede dejar de mirar el estilo de algunos viandantes.
He fotografiado también algunos pubs de Londres, verdaderas joyas de arquitecutura y la más pura tradición inglesa. una de las iglesias de Ealing, en la que podemos apreciar el estilo de las que se ven por allí, y un momento de tráfico en la calle de Sherloch Holmes, Baker Street.
Gracias a los que me desearon buen viaje, Sandra, JP, MaRa y Airnoja, espero poder reincorporarme a recuperar el tiempo perdido por vuestros blogs.
Clicando en las imágenes se amplían.
jueves, junio 12, 2008
Qué seguirá después ¿la Inquisición?
Los listos de la unión europea se han dado cuenta de que se podría apretar un poco las tuercas a los nuevos trabajadores y es lo que van a hacer, apretárselas, nos cuentan el viejo adagio que dice "el trabajo es salud". Yo lo que digo es que la esclavitud no se ha abolido, se ha puesto en nómina.
sábado, junio 07, 2008
El profesor en la trinchera
Quienes sólo pretendan entretenerse con morbo y cotilleo pueden dedicarse a seguir la pugna por el poder en los partidos o deleitarse con el vaivén del chiki-chiki. Pero si usted desea conocer lo que pasa realmente en este país y sobre todo lo que va a pasar mañana mismo, tiene que leer El profesor en la trinchera (La Esfera de los Libros), de José Sánchez Tortosa. El autor es un profesor de bachillerato y cuenta en su libro -estupendamente escrito, que hace reír y llorar como las mejores novelas de Dickens- la batalla más noble, silenciada y solitaria de todas: la que mantiene el maestro contra la ignorancia consentida y mimada de los alumnos en una sociedad en la que cada cual es rey y todos esclavos, o sea donde se ha olvidado la exigencia liberadora del conocimiento. No exagero la metáfora bélica: "Un aula de secundaria -dice con humor el profesor Sánchez Tortosa- es una batalla campal en la que el profesor queda relegado casi siempre al papel de mero observador de la ONU sin la cobertura de los cascos azules, al menos hasta que los guardias jurados entren en las aulas, que todo se andará".
Que nadie se equivoque: Sánchez Tortosa no es un derrotista ni uno de tantos confortables apocalípticos, aunque se niegue a integrarse en el desorden vigente. Su formidable libro está lleno de pertinentes reflexiones sobre la educación (inspiradas en los mejores maestros, de Platón a Alain) y de la convicción de que es urgente e imprescindible no rendirse ante lo evidente: está decidido a seguir en la trinchera, peleando contra sus alumnos porque está de su lado. Es el verdadero gran reto de nuestras sociedades, reflejado también en la película de Laurent Cantet que acaba de triunfar en Cannes: Entre les murs. ¿Hasta cuándo el resto de la ciudadanía dará la espalda a quienes defienden y conservan lo mejor de lo que somos? Desde luego, los medios de comunicación no siempre ayudan, si hay que juzgar por series como Física y química, de Antena 3. Hace poco, la asociación de profesores ANPE ha publicado un manifiesto en defensa de la dignidad de los educadores, ridiculizados por planteamientos "antiautoritarios" que en realidad no son más que amarillismo y afán de notoriedad lucrativa.
¿Y los padres? Pues tampoco siempre reman en la dirección debida. Lo peor ahora de cierta derecha clerical no es que apoye la privatización de la enseñanza sino que por lo visto quiere la privatización de los hijos. A su modo, claro: la religión, que es un asunto de creencias familiares, exigen que se curse en la escuela; y la educación cívica, que concierne a la comunidad, hay que darla en casa. Pura lógica episcopal. Aunque el capricho todavía no se ha extendido demasiado, ya existen familias que pretenden el derecho de no enviar a los hijos a la escuela y educarlos a domicilio. En el País Vasco ha habido algún caso que ha llegado a los tribunales y que ha despertado por lo visto el apoyo conjunto del PSE y del PP: mal asunto, nunca se ponen de acuerdo cuando de verdad hace falta pero si se trata de una insensatez allá van del brazo. Según una de las madres partidarias de este método "el mejor lugar de socialización es la familia. Sólo sales a buscar a la calle lo que te falta en casa". Opino lo contrario: creo que el aula -donde deben estar juntos los que vienen de familias distintas y hasta de etnias diversas- es más educativa en sí misma, como espacio compartido, que cualquier materia que se explique en ella. La primera lección de la escuela es enseñar a los neófitos que no todo es familia y que así tendrán que vivir en adelante.
Las aulas no pueden entregarse a la desidia, al matonismo y a una indisciplina que no es creadora más que de fracaso escolar. Luchar por reconquistarlas -para empezar, reforzando la indispensable autoridad del maestro- es el principio de cualquier regeneración democrática verdadera.