Hubo un problema concreto que surgió de pronto, justo al comenzar a gobernar el actual gobierno, la financiación deficiente de la Sanidad, parece incluso que llegó de repente, de improviso ¿no se sabía que se estaba gastando más de lo que se tenía? En previsión de este “contrariedad” el anterior gobierno ( PP) ¿qué nos proponía siempre? que era capaz de bajar los impuestos.
Con el conflicto encima de la mesa, el nuevo gobierno (PSOE) nos dijo que, se sube el tabaco y el alcohol, o el alquiler de coches, y, solucionado el asunto, pero nos tranquiliza, eso sí, llegada que sea la declaración de la renta nos bajarán los impuestos, lo cual no es del todo cierto, sobre todo para las personas de rentas medias.
Hace un tiempo, al terminar la anterior legislatura, en un discurso del Presidente del Gobierno, éste lo repitió, que nos bajaría los impuestos en el IRPF, pues ha habido superavit.
Cuando las calamidades que realmente llegan de repente, pero que ciertamente cabe esperar se puedan producir, caso del Prestige por ejemplo, se baja la cabeza y se dice que no las podemos hacer frente, pues no tenemos los medios suficientes y hay que pedir ayuda a otros países que sí tienen medios para los imprevistos.
Que hay incendios tampoco hay medios ni nada previsto de antemano como si esperásemos que rezando o sacando algún santo a pasear vamos a estar exentos de toda desgracia, tampoco se previene nada para las inundaciones que tozudamente y sin ninguna compasión se producen todos los años en el Este español, empobreciendo más a los que menos tienen.
Que nieva durante el invierno y deja aislados a miles de automovilistas en parajes totalmente alejados de la civilización durante días, pues nos coge totalmente desprevenidos, y, no sabemos ni podemos reaccionar, lo que se hace es abroncarnos porque salimos cuando nos dijeron que lo que había que hacer era no moverse de casa con la bata puesta y el caldito preparado, y aunque estés obligado a salir, eres un insolidario que sólo piensas en fastidiar.
Pues también, en estos casos se nos dice que se nos van a bajar los impuestos y todos contentos hasta el próximo infortunio.
Y yo me pregunto ¿ante todo esto, cómo podemos dejarnos convencer que lo mejor es seguir bajando los impuestos directos?
Si seguimos por este camino, a la postre nos veremos resignados a pagar solamente, con lo que los políticos llaman impuestos más bajos, los sueldos de estos mismos políticos, que lo que consiguen es eso, que los que menos tenemos, les paguemos sus sueldos (que sí, esos si que están muy bien previstos y provistos) con impuestos indirectos, (tabaco, alcohol, gasolina, alquiler de coches etc...) para que los que más tienen contribuyan lo menos posible al bienestar general. Una copia del sistema de EEUU que, a los que menos tenemos no nos viene nada bien, cuando el sistema que habría que reproducir sería el de Suecia.
Somos como ratones a merced del gato, o lo que es lo mismo cuando al zorro le ponemos a cuidar a las gallinas, las que siempre salen perdiendo son las gallinas menos provistas.
Es una reflexión, pero si se quiere leer un artículo de un especialista, Viçen Navarro, especialista en el tema podemos ver unos datos muy interesantes. Y por todas estas cosas no es de extrañar que los españoles le hagan a Hacienda esto:
"Calzado con zapatones de madera de fresno y suela de piedra. Porta una honda y un catalejo. Ayuda a encontrar los objetos perdidos por la personas buenas, pero no socorre a quienes tengan mala intención, burlándose de estos desde su escondite en la espesura".
jueves, mayo 04, 2006
Hacienda somos unos más que otros
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