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| Una gaviota sobrevuela la plaza del ayuntamiento de Santander |
Se han dado instrucciones por parte de las autoridades de Santander que: no se debe dar de comer a las gaviotas, tampoco a las palomas, pues la proliferación de éstas está suponiendo un grave problema a los ciudadanos, sus detritus llegan a ser ya un problema acuciante, para las casas, comerciantes, automovilistas, peatones.
Hay otro problema añadido, las gaviotas también están creciendo en número, y, si no es así, quizás los ciudadanos las ven más pues se las ha retirado un sitema que tenían de abastecerse de comida, el cual era que, la lonja del pescado les ofrecía todos los restos de su actividad, ahora ya no lo hace, por lo que haciendo uso de su mayor fuerza y ferocidad entran más en la ciudad para atacar a las palomas, quedando restos de las batallas en los tejados, que al llover son arrastrados y atascan las tuberías, causando graves perjuicios a las comunidades de propietarios. los cielos de Santander parecen los del Serengueti y las luchas son encarnizadas pero las palomas aumentan día a día exponencialmente.
Tengo cierta envidia de las palomas y gaviotas, vuelan, se aparean, comen y sobre todo expulsan lo comido, una vez digerido para después dejarlo caer cual bomba fétida y degradante encima de lo que yo creo es la única estatua del dictador Franco en el medio de una ciudad en España, que, tiene que mirar impasible sobre su caballo, como la mierda se le viene encima. Que gozada poder hacer eso impunemente. Gracias palomitas, yo os seguiré dando de comer cuando no me vea el guardia, y, no paréis hasta que enterreis la estatua en mierda.
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