frases hechas...mal

Me he atrevido a elaborar un pequeño relato con las erróneas percepciones que sobre frases hechas he oído en los diferentes medios de comunicación, varias de ellas son de las mejores “inventoras” de “palabros” Sofía Mazagatos (ex miss España) y Mª José Galera. (Primer gran hermano), lo he titulado:

Ha nacido otra persona

La vida le cambió, aquel grave accidente de coche del cual no le quedaron “espuelas”, (secuelas) hizo que se replanteara su vida seriamente, lo primero que hizo fue tomarse un año “selvático” (sabático). Durante ese año pensó mucho, tomó muchas determinaciones para el resto de su vida, también veía mucho cine y televisión, lo que más le llamaba la atención era que en ambos medios había mucha publicidad “seminal” (subliminal).

Ahora, una vez reincorporado al trabajo se le ve mucho mejor, aunque, económicamente ese año sin cobrar su sueldo le ha puesto entre la “espalda” (espada) y la pared, pero para él su estado “anémico” (anímico) era más importante que el estado de su cuenta corriente y, aunque no nadaba en la “ambulancia” (abundancia, opulencia) prefirió no pensar en la progresiva subida de la “eucaristía” (carestía) de la vida y, dejarse la “piel en el pellejo” (dejarse la piel, o dejarse el pellejo) para en adelante ser más feliz tranquilizando su modo de vida.

Antes, para él, estar en el “candelabro” (candelero) era ser considerado en su trabajo, por lo que, arrinconaba siempre sus necesidades particulares, esa actitud le llevó a ese estado de nervios, de estrés, que, acabó por pisar el acelerador cuando debía pisar el freno, ese día toco fondo, encontró “la hormona” (la horma) de su zapato.

Hoy era otra persona, vivía los pequeños momentos de felicidad, se cocinaba largos y elaborados platos mientras le decía a su mujer que “enderezara” (aderezara) la ensalada, tenía tranquilas e interminables conversaciones con ella, haciendo siempre “paréntesis” (énfasis) en las cuestiones que a ella le interesaban, en otro tiempo sus diálogos eran sobre su trabajo, lo que, a ella le aburría “fastuosamente” (soberanamente).

Había un problema, que, de vez en cuando le procuraba un intenso dolor de cabeza, dolor para el que usaba aspirinas “fluorescentes” (efervescentes); lo que le preocupaba era que no sabía como decirle a su esposa que entre los muchos análisis y pruebas que los médicos le habían hecho para su completa curación había salido a la luz una antigua lesión que hacía que no pudiese tener hijos, que hacía que fuese “esmeril” (estéril).

Después de todo lo pasado por él, se puede decir que no hay mal que por bien no venga y que de un lamentable accidente nació una nueva persona.