Así podríamos llamar a la máquina que manejaba un preso en Polonia, la noticia es:
Un preso de Polonia exije al Estado una indemnización por haber tenido demasiados orgasmos en la cárcel. Manejaba una máquina con grandes vibraciones que tenía que apretar con el abdomen, lo que le provocaba orgasmos cada 30 minutos. Ahora, dice, es estéril. +
Siempre que se habla de fabricar orgasmos se nos muestran artilugios como el de la foto, orientados a la sexualidad femenina, para el hombre como mucho se fabrican alargadores del asunto.
Pues bien, aquí esta el orgasmotron masculino, esa vibradora que manejaba el preso que se queja, con razón todo hay que decirlo, un orgasmo está bien, dos una maravilla pero uno cada treinta minutos rompe el organismo más dispuesto, ahora solo hace falta adaptarlo para poder practicar en casa y a vender aparatos como churros, aunque no crean, así de felices se las prometía hace algún tiempo el creador de otra máquina de orgasmos en Inglaterra que pensaba que le iban a derribar su puerta pidiéndole formar parte en las pruebas del aparato y no encontró las ocho voluntarias que le hacían falta por ninguna parte.
Viendo las bondades del sexo en la salud humana es posible que la ministra de sanidad siempre tan preocupada por nuestra salud financie estos aparatos para los/las pobres que no teniendo pareja necesitan un apoyo en su sexualidad, o, los que teniéndola quieren más “salud” aunque, será más fácil que un camello entre por el ojo de un aguja.
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