Sobre la eutanasia
El miércoles, a la vez que planchaba, escuchaba la radio mientras mi marido veía en el sofá el partido.
Hablaban sobre la eutanasia, sobre la idea de vivir o morir dignamente.
Pregunté a mi marido qué opinaba sobre el tema, pero parecía no escucharme.
Sin embargo instantes después me contestó; creo que mecánicamente: “nunca me dejes vivir en estado vegetativo dependiendo de una máquina y de los líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa la máquina y destruye los artefactos que me mantienen vivo”.
Lo miré fijamente.
Tus deseos son órdenes para mi, pensé. Entonces, con mucha parsimonia, me levanté; desenchufé la tele, y tiré la cerveza por la ventana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario