martes, octubre 23, 2007

Saber perder

A lo largo de mi vida he practicado muchos deportes, he estado inmerso en muchas competiciones y me he dado cuenta lo difícil que es saber perder y lo difícil que es saber ganar. Me he dado cuenta también que los que consiguen dominar estas disciplinas llegan a ser más felices, de todas las maneras he visto pocos. Damos saltos cuando ganamos, hacemos cosas raras con las manos, hacemos muecas, no nos damos cuenta del que está al lado que ha perdido, cuando perdemos (acordarse de la última final de baloncesto de la selección española) la desolación es tremenda, quedar segundos es el mayor fracaso y nos duele ver a los otros tan felices.

Con el tiempo hemos aprendido a disfrazar nuestras emociones, o eso creemos, ya que por mucho que hayamos aprendido a disimular, a decir las palabras que son correctas para cada ocasión, lo que creemos que es lo que hay que decir para aparentar que no sentimos lo que verdaderamente sentimos (quizás ganas de reirse del perdedor u odio al ganador) se nos nota mucho.

Escribo acerca de esto por una razón, un artículo que lei el domingo en el País de un tal James Allen, era por la mañana cuando todavía no se había corrido la carrera de Formula 1 de la que todo el mundo estaba pendiente. Este señor es un comentador de estas cosas de la Formula uno y es ingles, y se le ve que tenía ganas de que Alonso perdiese y se le ve que es muy cuco. Lo digo porque quiere, para mi, esconder que no sabe perder, y que le encanta que Alonso pierda, y que gane Hamilton, y que lo hace dándose y dando un baño de pureza en plan chauvinista encubierto, a él y a todos los ingleses, el artículo en cuestión es "En Inglaterra odiamos a los malos perdedores", donde dice lindezas como "Algunos creen que los británicos prefieren ser perdedores honorables que vencedores" .

Si Hamilton hubiese ganado, el artículo le hubiese quedado perfecto, muy filosófico y todo, pero Hamilton no ganó y todos vimos lo que paso, lo que dice en el artículo pero al revés, el deporte nos ha revelado su carácter, el de Hamilton, el del dueño de la escudería y si me apuran el de todos los ingleses pero esto último es una conjetura mía pues como decía Churchill "no les conozco a todos". Ahí están estos otros árticulos de después de la carrera "dobre decepción" y "McLaren recurrrirá para que Hamilton sea campeón" . Que no nos corroboran lo que decía el tal James Allen.


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Creo que Alonso ha dado una lección de lucha el solo ante todos y al final ha sabido perder y ser segundo que no está nada mal dadas las circunstancias con unas declaraciones finales que le honran, según mi opinión.

Al final Raikkonen se aprovecho de que la escudería McLaren no es lo que predica el señor ALLEN, ni que prefieren perder honorabemente, ni que incluso les importe ganar sin ningun tipo de honorabilidad. Se me vino abajo el árticulo y aquel petulante inicio de película, Las cuatro plumas creo que se titulaba, que empezaba sus dialogos así: "Era un caballero inglés, valga la redundancia..."

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