Certeros, precisos, vagos, enigmáticos, lapidarios. ¿Son verdades universales o evidencias particulares elevadas a máxima? Quizá todo dependa de lo que uno quiera ver.
Habitualmente comienzo los artículos de esta sección justificando la importancia del tema a tratar. Sin embargo, en éste no voy a hacerlo porque “Excusatio non petita, acusatio manifesta”. Que viene a decir algo así como que dar una excusa cuando nadie la ha pedido manifiesta la acusación. Si defiendo la importancia de los refranes y citas para nuestra sociedad, quizá ésta se pondría en duda.
Los refranes son tan antiguos como la palabra. Su influencia es enorme y algunos han perdurado más que algunas religiones. Un refrán o aforismo es una tesis popular con cierta connotación moral: “Carpe diem” o “Mens sana in córpore sano”...
(...) No se dan cuenta de que un refrán o una cita es una verdad universal elaborada a partir de evidencias particulares y que ninguna otorga la razón absoluta. Pero son un arma brutal porque nos desarman con los argumentos de pensadores como Virgilio, Mahoma, Shakespeare, Eurípides, Terencio o Honoré de Balzac. ¡Quién es el guapo que les va a llevar la contraria! Por eso son tan útiles. Leer todo el artículo de Fernando Trías de Bes en el País.
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