He leido que el futbolista Salva Ballesta había contestado a una pregunta sobre un escrito de Oleguer, otro futbolista, con esta frase: "me merece más respeto una caca de perro", el comite de competición futbolístico no ha apreciado ninguna falta en esas declraciones, ha respetado la libertad de expresión que, como Oleguer, tiene Salva Ballesta, debido a este incidente el país publicó un artículo sobre la particular personalidad de Salva.
Habla sobre sus opiniones acerca del nacionalismo, de la política, de su personalidad, de sus ídolos y aficiones.
Llama mucho la atención que "le gustaría conocer a Tejero", "que la patria es tan importante como la familia", "la bandera nacional es su máximo orgullo", cada uno ama y quiere lo que le parece bien y a Salva le parece bien eso, pero, hay una manifestación suya, él dice que se considera "religioso y cristiano", lo cual no concuerda nada con lo anterior o por lo menos con la apreciación que yo tengo, quizás habría que explicarle que es lo que decía el guía del cristianismo, Jesús, no decía Jesús eso del 11-M que él opina: "Dadles 72 horas a los que hay que dárselas y verás cómo con esto acaban rápido. La sociedad española quiere agarrarse a las leyes, porque si actúas de la manera en que hay que actuar, dicen que atentas contra la humanidad, pero yo lo tengo claro y tengo dos cojones para decirlo. Hay que dejarse de pancartitas y hostias".
Y sobre todo otra cosa mucho más importante, hay una frase que resume muy bien lo que seguro yo no sabría explicar mejor, ahora mismo no puedo decir el nombre de la mujer que la pronunció pues no lo recuerdo, "es más fácil amar a la patria que amar al prójimo, es más fácil amar a Dios que amar al prójimo, es mas fácil amar a la bandera que amar al prójimo"
Estas personas que se autocalifican de cristianos y religiosos, incluyendo en ellos a los obispos y jerarcas católicos, parace que no conocen la frase que ellos tanto leen y predican, o, se les olvida fácilmente "todos los mandamientos se simplifican en uno, ama a tu prójimo como a ti mismo".
No se ve un ápice de amor a nadie en las declaraciones ni en las de unos, ni en las de otros, nadie que no sean banderas, patrias, entes divinos, tan etereos e inmateriales, todos, y, cosa curiosa, lo que más se puede apreciar es la similitud de los pensamientos de un nacionalista catalán y de un nacionalista español, incluso con un nacionalista vasco, como es por ejemplo, Otegui, es que el ideario es el mismo, lo único que cambia es el color de las banderas, en este caso incluso creen y se consideran del mismo ente divino.
En realidad, viéndo todo esto desde una óptica un poco más cosmopolita y, viendo que este tipo de cosas no tienen remedio, vienen en el programa de la socialización, hay que abordarlas un poco cómicamente y pensar que todo obedece a la vieja costumbre infantil, aquella en la que se ponen los niños alineados y sacan el "pitilín", a ver quién orina más lejos, luego según se haya llegado, se ganan puntos en las escalas social de la manada.
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