En enero, puse en el blog, una imagen por la cual mantuve un pequeño debate, civilizado y, más diálogo que debate, con Mármara, cuyo blog tengo enlazado en el margen, tiene bastante razón, es verdad, cuando se va a las imágenes y al lenguaje que aparece en los medios de comunicación, se discrimina, casi siempre a las mujeres, con imágenes que perpetúan estereotipos que no ayudan nada a llegar a la igualdad informativa y sin discriminaciones que debería imperar en esos medios, esa imagen a ella la pareció que perpetúa los estereotipos, y, en una de sus frases decía "Hay ciertos temas que son comunes a los dos sexos, pero cuando se trata de ridiculizar ciertas actitudes, SIEMPRE se utiliza una imagen femenina, por eso no has encontrado ningún chiste que situe a un caballero sobre una báscula".
Yo le daba la razón, no lo había encontrado, pero mira por donde, el otro día revisando dibujos para otro asunto me encontré uno que ya tenía, pero ni cuenta me di, quizás actúo sobre mi el espíritu machista que todo hombre y mujer llevamos subliminalmente en el cerebro y nubló mi vista, en éste se ridiculiza al hombre. Hay esperanza, poco a poco la cosa va cambiando. Espero que esté pagado mi pequeño pecadillo anterior.
Y todavía mucho más, también he encontrado este pasatiempos, en el cual la dama tiene que salvar al caballero, la revista en el que viene no es feminista es una revista de uso corriente para ambos sexos, Quo. Si a alguien le apetece saber la solución que pinche en el cuadrito.
Esta semana, Javier Marías nos deleita en el país semanalcon otro artículo de los suyos, se refiere, a la manía que hemos cogido los españoles de bordear el ridículo en esto de emplear el lenguaje no sexista, y lo poco que nos interesan los atentados que contra la lengua española, yo estoy a favor de que siempre que se pueda, no utilizar lenguaje que discrimine pero también estoy a favor de que lo que debe de imperar, en el lenguaje como en todo, es el sentido común, en este artículo se resaltan muchas de las barbaridades que se comenten a diario en periódicos y demás medios de comunicación. Ojalá Javier Marías tomase el relevo de Lázaro Carreter con aquellos artículos en los que nos hacía reír a mandíbula batiente con los fallos de locutores y periodistas, sobre todo deportivos.
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