Está muy de moda, sobre todo en Ciertas Operadoras Para Escandalizar (COPE), descalificar a otros medios para fagocitarlos, como al ABC, o desacreditar ante incondicionales adeptos, oyentes y lectores propios las noticias que vienen en ellos, como el país , acusándole repetidamente de partidismo con la política del gobierno y de ensañarse con el PP, es posible que así sea, pero es que es difícil ser ecuanime y no criticar la diarreica política de la oposición.
Sin embargo aquí tenemos una editorial del país de 25 de febrero, en la que se felicita al PP, se le felicita porque por una vez ha sido capaz de mirar por el bien de las personas y no en mantener la insostenible línea doctrinaria de la Iglesia, hay que retar a esos medios de comunicación de la derecha, por no decir de la ultraderecha, a que algún día digan que el PSOE ha hecho algo bien, y no vale la hipócrita adhesión a la ley antitabaco, que lo que les gustaba de esa ley era, eso, que la hacía el PSOE y así ellos no se manchaban las manos en un atentado contra la libertad individual. Sin embargo esta votación a favor a algo propuesto por el gobierno huele a confrontación electoral a corto plazo, por lo que hay que dejar las pinturas de guerra en casa para mejor ocasión. Esta es la editorial:
Transexuales
Hay que felicitar al PP por su voto en el Senado a favor de la llamada ley de identidad de género (formalmente, Ley reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas). Y hay que pedirle que en el Congreso -donde antes había votado en contra- mantenga su nueva actitud. La ley está destinada a hacer la vida más fácil a las personas transexuales, uno de los grupos sociales que más dolor arrastran (marginación, paro, agresiones, incomprensión), como reconoció el portavoz popular en la Comisión de Justicia de la Cámara alta, Evaristo Nogueira. La norma consigue satisfacer las demandas de los afectados sin menguar los derechos de los demás. Es, por ello, una ley social, avanzada y, sobre todo, justa.
A la felicitación hay que añadir a los otros partidos, empezando por los que fueron desde el principio impulsores de la reglamentación, con el PSOE y sus socios a la cabeza, pero también otros grupos minoritarios. Con ella se garantizará que los transexuales puedan inscribir en el Registro Civil -y en todos sus documentos oficiales, desde DNI a títulos académicos- el sexo que realmente sienten como propio, y no el que les corresponde biológicamente. Las asociaciones de afectados calculan que más de 3.000 personas podrán acogerse a la ley. Que, además, el proceso no requiera de una sentencia judicial y que no se les exija pasar obligatoriamente por un peligroso, doloroso y costoso proceso de reasignación quirúrgica de los genitales es una prueba más de la generosidad con la que se ha llegado a este punto del trámite de la ley. Afirmar que la falta de este requisito quirúrgico podría causar cambios caprichosos de los datos registrales es ignorar el sufrimiento y el trabajo que lleva aparejado el intento de conseguir que el sexo vivido se corresponda con el oficial.
La ley, que se vota el 1 de marzo, deja algunos aspectos sin respuesta. Los más destacados, que no se pueda aplicar a los transexuales extranjeros, y que los menores de edad no puedan acogerse a sus ventajas, ignorando las evidencias científicas que recomiendan comenzar la adaptación desde que se diagnostica el desajuste en la identidad, muchas veces en la adolescencia. También queda pendiente el espinoso tema de la financiación pública del proceso de reasignación, que dependerá de las comunidades autónomas. Pero con la nueva ley se dan los primeros pasos para hacer de las personas transexuales ciudadanos de pleno derecho. Su integración y su visibilidad harán que el resto de las medidas que reclaman se recorran con menos recelos y más aceptación.
Última hora:
Pues no, al final han desenterrado el hacha de guerra, ni elecciones, ni nada, sigue la diarrea mental en las filas del PP.
El Congreso aprueba la Ley que permite a los transexuales cambiar de nombre y sexo en el DNI
El PP, que apoyó la Ley en el Senado, ha votado en contra en su aprobación definitiva en el Congreso.
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