"Ojalá 1984 nunca sea realidad"
Lorin Maazel (Neuilly, 1930) ha elegido el Midem para el estreno de 1984, versión filmada de la primera ópera del director de orquesta, basada en la novela homónima de Orwell.
- ¿Por qué escogió la obra de Orwell? -
Numerosos compositores han llevado a su terreno grandes piezas literarias: Verdi con el Otelo de Shakespeare, Puccini con la Tosca de Sardou o Gershwin con el Porgy de DuBose, pero bastantes de los títulos que me interesaban ya estaban cogidos… Me preguntaba qué novela del siglo XX, contemporánea, tenía la capacidad de inquietar y reflejar un mundo cambiante. Releí 1984 y vi que era una pieza ideal con todos los ingredientes del género: una terrible historia de amor, intriga política...
- Es sombría y premonitoria.
- Eso es lo que la hace apasionante, imprescindible. Vivimos hoy en lo que podría llamarse 1984ismo, la constante invasión de nuestra esfera privada por parte de los gobiernos. Cuando hablamos a través de nuestros teléfonos móviles estamos siendo escuchados, y lo mismo cuando conducimos y navegamos en internet. Por no hablar de las medidas legales que se barajan en Gran Bretaña para combatir supuestamente el terrorismo.
- ¿Le satisface la adaptación?
- Además de la descripción de una sociedad totalitaria, de pesadilla, la historia de amor de una pareja dentro de esa maquinaria conduce al verdadero objetivo de Orwell, que yo he querido explicar musicalmente: la memoria; sin ella, la supervivencia de la condición humana tal como la conocemos desaparecerá. Por eso me propuse atraer a un público más amplio, más joven, que se olvidara de que la ópera es un género irrelevante y elitista. Mi 1984 recorre muchos capítulos de la música viva, de la música popular de hoy. Me daría por satisfecho si, con mi contribución, la pesadilla que imaginó Orwell no llega nunca a ser realidad. Visto en la vanguardia
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