Todos los cuentos que nos han contado siempre y que nos gustaba oír hasta la saciedad solían terminar en un “y fueron felices y comieron perdices”, el cuento no era cuento sino, incluso se nos antojaba pesadilla, también estaban los del “colorín colorado… He aquí dos relatos que rehuyen de esa tiranía y teniendo vocación de pesadilla, sin embargo, para sus protagonistas acaban felizmente.
Había una vez una muchacha que le preguntó a un chico que si quería casarse con ella.
El chico dijo “no”
Y la muchacha vivió feliz para siempre, sin lavar, cocinar, ni planchar para nadie, saliendo con sus amigas, acostándose con numerosos hombres y sin trabajar para ninguno.
Cuento corto
Un joven era feliz con su inminente boda. Tenía la novia perfecta: guapa, inteligente…lo que le desconcertaba era la mejor amiga de esta, una rubia explosiva que llevaba tiempo insinuándose. En una ocasión el la que estaban los tres en casa de la novia, ésta tuvo que salir y la rubia aprovechó para atacar.
- Si quieres hacerme tuya, te espero en el dormitorio. El chaval salió corriendo a la calle, y se dio de bruces con su novia:
- ¡Estoy orgulloso de ti has pasado mi pequeña prueba!
Moraleja: Deja siempre los condones en el coche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario