sábado, octubre 15, 2005

Los niños ya no saben jugar

Richard Sandrak. Tiene 12 años y practica culturismo desde hace 10. No sabe lo que es jugar con otros niños. En EEUU ya es un icono.

Se divierte como un mayor

Se llama Richard Sandrak, pero por los músculos que tiene, sus “fans” prefieren llamarle “Hércules”.

Podría resultar gracioso si no fuera porque este cachas californiano, capaz de levantar pesas de unos 100 kilos, tiene sólo 12 años y lleva entrenando desde que cumplió dos, cuando sus padres, un campeón mundial de artes marciales y una profesional del aeróbic, descubrieron que tenían un niño prodigio.

Su desgracia quizá sea que no puede permitirse las mismas distracciones que el resto de los niños, pues el duro entrenamiento que sigue le ocupa gran parte de cada jornada.

Confiesa que lo que más le divierte es jugar a la consola, el ordenador, sentarse a ver películas y jugar a las cartas, y la asignatura que más le gusta, el recreo. Los niños de su edad creerían morir si les prohibieran el chocolate, pero para este pequeño Conan es una palabra que no forma parte del vocabulario. Su equilibrada dieta se basa en fruta, verdura, pescado, ensaladas, huevos y, como mucho, nueces y avena.

Puede que este culturista prematuro lo ignore, pero es víctima de una de las nuevas patologías de nuestro siglo: la vigorexia. Este trastorno, también llamado “complejo de Adonis” y que aún no ha sido reconocido por la comunidad médica internacional como enfermedad, es la herencia de una sociedad competitiva basada en el culto al cuerpo.

Los que la padecen sienten tal obsesión por verse fuertes que sólo piensan en aumentar su masa muscular, para lo cual no dudan en pasar las horas que haga falta en el gimnasio o seguir dietas ricas en hidratos de carbono y proteínas.

Según José Luis de Dios, pediatra del Hospital Clínico de Madrid, se trata de un problema reciente del que todavía no se conocen las consecuencias. Aunque aún no se han realizado estudios, es probable que el sobreentrenamiento acabe produciendo una alteración cardiaca o problemas de absorción de calcio, entre otros desajustes.

De momento, este niño solitario que ignora lo que es jugar con otros niños pasea sus bíceps por todas las televisiones del mundo y ya se está abriendo camino en Hollywood, donde le han ofrecido una película, cómo no, de Tarzán. por Marta Galán extracto del artículo de Isabel Fernández de Castillo



Aquellos inolvidables y saludables juegos

Son cientos los juegos populares practicados en las ciudades y pueblos de España, con numerosas variantes dependiendo de las zonas. Algunos de ellos son los que se detallan a continuación: l Juegos de correr y esconderse: El escondite, Policías y ladrones y El escondite inglés. Cualidades que desarrollan: percepción del propio cuerpo, agilidad, velocidad de reacción y resistencia. Conocimiento y percepción del espacio. Respeto por las normas, trabajo en grupo y autonomía personal.

Juegos de correr y pillar: El rescate, El pañuelo, Las cuatro esquinitas. Cualidades que desarrollan: percepción espacio-temporal, velocidad de reacción, resistencia, espíritu de equipo, socialización y respeto por las normas.

Juegos de correr y pillar con canciones: Abuelita qué hora es, Ratón que te pilla el gato. Cualidades que desarrollan: coordinación, fuerza, agilidad, autonomía personal y socialización.

Lanzar y evitar pelotas corriendo: El balón prisionero y Las naciones. Cualidades que desarrollan: atención, capacidad de reacción, agilidad, velocidad, espíritu de equipo y respeto por las normas.

Juegos de lanzamientos de objetos: La gurria (antecesor del hockey). Cualidades que desarrolla: coordinación, cálculo espacial, puntería, estrategia y precisión.

Juegos con teja: La rayuela. Cualidades que desarrolla: cálculo espacial, coordinación ojos-manos, puntería, equilibrio, estabilidad, estrategia y respeto por las normas.

Juegos sensoriales: La gallinita ciega. Cualidades que desarrolla: orientación, percepción sensorial (auditiva, táctil y de movimiento) y del cuerpo y velocidad de reacción, atención, concentración y confianza en los demás.

Juegos de saltar: La comba y La goma. Cualidades que desarrollan: La comba: sentido del ritmo, coordinación, resistencia y respeto por las normas al tener que esperar el turno. La goma: hace unos años tenía seis niveles de altura (tobillos, media pantorrilla, rodillas, medio muslo, cadera y cintura) lo que estimulaba la pericia, habilidad y espíritu de superación de las participantes.

Juegos y deportes no colectivos: patinar, montar en bici, caminatas por la montaña, subirse a los árboles, correr con aro, ping pong, futbolín... En la playa: palas, pelota, surf, windsurf... Cualidades que desarrollan: sentido del equilibrio, agilidad, percepción espacio-temporal, capacidad de reacción, inmersión en la naturaleza… El mismo artículo anterior en el Mundo es

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