Dios le hablo otra vez y por eso:
Bush defiende que prohibir la tortura a presos de guerra complica su lucha contra el terrorismo. (El País)
La medida la ha incluido el Senado en una importante partida presupuestaria del Pentágono que Bush amenaza ahora con vetar.
Incluso demuestra con fotos, ( ver foto más abajo) que, aunque lo parezca, en realidad la tortura no duele mucho y que somos todos unos blandengues y que además, si los terroristas se encomienden a Dios, como hace él, no sentirán dolor y serán felices como lo es él. Y sus papás estarán contentos con ellos, como su papá lo está de él. Parece ser que el Senado de los EEUU, plagado de republicanos ultraconservadores no traga.
AUNQUE LO PAREZCA, NO LES DUELE.
Devotos con la cara atravesada con objetos punzantes en Phuket, a 690 kilómetros de Bangkok. Los devotos que participan en el festival creen que los dioses les poseen y manifiestan poderes sobrenaturales que les protegen del dolor.
Por eso dice Bush que los prisioneros de Irak y de Guantánamo se quejan más que nada de vicio y que si condenaron a la soldado que condenaron fue por cuestiones de imagen, que si de verdad fuera por él, la condecoraría, pues además de divertir a la tropa, la lucha contra el terrorismo, con acciones edificantes como las suyas, no tendría complicación.
Yo recomendaría a Bush que se de una vuelta por España y que contrate a las lumbreras legisladoras que hicieron la ley antitabaco, con eso estoy seguro que conseguiría una ley a su medida, son especialistas en torturar y al mismo tiempo parecer que miran mucho por la libertad y la salud.
Y dicen que estamos en el siglo XXI, como Dios no pulse la tecla de reiniciar, esto peta por todos los lados.
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