lunes, mayo 21, 2007

Dándole al vicio

Pues sí, este fin de semana también me eché muy pronto a caminar, con mi mochilita y mis cascos, que en ocasiones me quito pues me gusta oir los ruidos de la mañana, el ruido del mar, especialmente ruidoso este domingo, los cantos de los pájaros arbóreos, las gaviotas, igualmente revueltas y chillonas éstas en la mañana del domingo, como el mar estaba un poco bravo, y caía un calabobos que se dice por aquí, esa lluvia que parece que no es pero que al final te cala, revoloteaban por encima de mi cabeza, yo me decía, espero que no me vean como comida, menos mal que el sábado hubo un atisbo de luz, apenas una rayita que sobresalía en un cielo que no tenía nubes, era un cielo que tenía una única nube que lo cubría todo.


Sábadodomingo

Como siempre me dediqué a hacer fotos y aunque quizás no son tan espectaculares como cuando hay esos cielos tan bien surtido de colores, si que se puede decir que enseñan Santander en una de sus facetas, la que es más conocida, la de los días humedos y lluviosos. Últimamente no es lo más normal. La primera foto es del sábado, la otra del domingo.


Hay una del sábado que la pongo, pero es como si la máquina hubiese tenido un fallo y hubiese salido eso, parece un cuadro abstracto, no la he tocado para nada, es la primera pequeña. La foto que tiene la letanía de Pérez Galdos en su novela "Gloria" está sacada en la playa del Camello y el famoso camello se puede ver en otra de las fotos, ésta sacada en verano. Hay una foto que tiene un busto, es el busto con mal gusto de Jorge Sepúlveda, un cantante de la prehistoria del siglo XX que hizo famosa una canción titulada "Santander" y otra, "Mirando al mar" que estaba inspirada en una mirada a la bahía de Santander desde el hotel Real, que está justo detrás del castillo, se puede apreciar la humedad del ambiente. Tenía también otra canción que se titulaba Santander, tenía mérito pues el tal cantante era mallorquín. Espero que os gusten. Como es habitual pinchando en las fotos, se amplían.

Santander, eres novia del mar
Que se inclina a tus pies
Y sus besos te dá.

Santander,las estrellas se van
Pero vuelven después
En tu cielo a brillar.

Yo también, dejaré tu bahía
Y un recuerdo en mi vida
Que jamás borraré.

Santander, al marchar te diré
Guarda mi corazón, que por el volveré.

Este es un trocito de la canción de Sepúlveda, al cual parece que Santander sedujo de tal manera que le dedico canciones con una letra tan preciosa como esta.

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