lunes, febrero 14, 2005

La niña sirena


Milagros Cerrón sonríe, balbucea y se mueve inquieta en los brazos de su madre tal como lo hace una bebé saludable de nueve meses de edad. Pero ella no es común: nació con una extraña malformación que le aprisiona las piernas en un saco de piel, dándole la apariencia de una sirena.

"Cuando la vi por primera vez sentí dolor. Pensé en ese momento qué iba a ser de su vida. Si me la quitaba Dios o no, si iba a vivir o no", cuenta la madre de la bebé, Sara Arauco, de 19 años. La niña, que aparenta tener unos cuatro meses menos de su edad real, nació con un defecto congénito, conocido como sirenomelia, que se presenta en uno de cada 70.000 nacimientos y del que es el tercer caso de un niño con esta malformación vivo en el mundo.


El caso de esta niña como el de otros que nacen con estas malformaciones, nos tiene que hacer reflexionar, nos ponemos histericos con un simple dolor de cabeza, no salimos a la calle porque tenemos unos granos en la cara, cualquier contratiempo nos pone furiosos rabiando por nuestra mala suerte. Cuánto tendrá que luchar esta niña para salir adelante, y si al final lo consigue seguro que es la persona más feliz del mundo.Ojala tenga mucha suerte.



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