Un estudio elaborado por el Foro Económico Mundial, la organización que promueve la cumbre económica de Davos, sitúa a España a la cola de los países de la OCDE respecto a las oportunidades que tiene la mujer de acceder al poder económico y al político, así como a la salud y la educación.
El estudio es el primero difundido, en este campo, por la organización, que agrupa a empresarios y ejecutivos de casi un millar de grandes empresas de todo el mundo. En él se mide el grado de igualdad entre hombres y mujeres alcanzado en 58 países, entre los cuales figuran los 30 de la OCDE junto a otros emergentes. Entre los desarrollados, España alcanza el puesto 22, mientras que en la tabla general le corresponde el puesto 27, superada por algunos países de economía emergente, como Costa Rica.
En el apartado en el que peor parado sale nuestro país es en el de participación económica, en el que se consideran aspectos como la igualdad de salarios o el acceso de la mujer al mercado laboral. España se sitúa en este ámbito en el puesto 45 de la clasificación general y el 26 de la OCDE.
En oportunidades económicas, epígrafe bajo el que se tienen en cuenta factores como la pobreza femenina o la penalización de la mujer por la maternidad y el reparto de las responsabilidades familiares, tampoco el puesto ocupado por España (el 34) está en la mitad superior de la tabla de clasificación general (entre los de la OCDE, ocupa el 17).
Educación y salud. En el apartado de educación, la inclusión del factor brecha digital (además de la escolarización y las tasas de analfabetismo) relega a España al puesto 35 de la clasificación general.
Pero con respecto a la salud las cosas dan un vuelco: el acceso de la mujer a los servicios sanitarios o la maternidad sin riesgos, junto a la violencia a la que está expuesta por el mero hecho de ser mujer, son factores que colocan a España en un quinto puesto tanto de la clasificación general como entre los 30 países de la OCDE.
La lucha por la conciliación
Un reciente estudio del Instituto de la Mujer sobre la conciliación de la vida familiar y laboral revela los siguientes datos:
· El 43 por ciento de las empresas cree que las responsabilidades familiares limitan el rendimiento laboral de las mujeres trabajadoras.
· El 55 por ciento de las españolas ocupadas tiene dificultades para conciliar trabajo y familia.
· El 45 por ciento de los españoles cree que las mujeres son quienes deben abandonar el trabajo al tener un hijo/a.
· El 40 por ciento de las mujeres con experiencia laboral previa abandonó su empleo al tener un hijo. Entre los varones, sólo lo hizo un escaso dos por ciento.
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