| Excavaciones en la montaña de Masada, donde se encontró la semilla |
Imaginémonos que a un antepasado nuestro, un humano cualquiera, que vivió hace 2.000 años, le hubieran hecho lo que se hizo con Walt Disney, hibernarle, y que, con técnicas descubiertas recientemente se le puede hacer volver a la vida normal.
Pensaba yo que además del susto que seguramente se llevaría el hombre ( o mujer) y de las mil y una preguntas que su oxidada maquinaria mental se estaría continuamente haciendo, además de todo eso, yo me pregunto, ¿qué relación tendría con todos nosotros? Si es que tiene alguna, y, los que sean más jóvenes que él, ¿lo son realmente? Y si esta persona tiene un hijo, ¿sería igual que otro que naciese de los que son el producto de la última hornada de la evolución? Estas y otras preguntas incluso más tontas me vinieron a la mente cuando leí esta noticia que he trascrito de el País.
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