¿Para qué son los billetes de 500 euros?

Parece ser que el número de billetes de 500 euros ha aumentado un 43% con respecto a los que había en el mismo mes del año anterior, hasta haber 76 millones de unidades. El número de unidades de billetes de 200 euros se ha mantenido en 21 millones y, ha bajado el billete de 100 euros de 101 millones de unidades a 93 millones, lo leo en la sección de economía del País y justo debajo de esa noticia hay otra que dice que el 31% de los españoles tiene dificultades para pagar los créditos que tienen solicitados.

La verdad es que no sabe uno como encajar estas dos noticias, por un lado parece que los billetes de 500 euros van de mano en mano corriendo como los cupones de la once y, por otra parte si hay tantos que no pueden pagar la hipoteca, será porque realmente tampoco están acostumbrados a manejar estos billetes, sinceramente, yo no he visto uno desde que tuve que pagar una cantidad grande y que me exigían en metálico,(hace años) he preguntado a la gente con la que me muevo y ellos tampoco ven muchos, dicen, entonces ¿donde están eso billetes?.

Creo que todos sabemos donde están, hasta los que los fabrican. Sabemos que son los que utilizan los defraudadores y los narcotraficantes, pues si uno se fija bien para lo único que valen es para eso, para ocultar una gran cantidad de dinero en poco espacio. Sinceramente pienso que se fabricaron en principio con ese fin, sola y exclusivamente, para facilitar el fraude fiscal, la economía sumergida y el movimiento del dinero del narcotráfico. Tan buenos son para ese sector de la “economía” que han desplazado a los billetes de 100 dólares, que era el billete usado hasta ahora para esos menesteres, les estamos haciendo la competencia a los que hasta ahora eran los líderes del “sector”, los americanos. (cuarto párrafo del artículo)

Son billetes que insultan a la mayoría de pobres existentes en el mundo, alguno de los cuales podrían vivir toda una vida con un solo billete, estos billetes les indican a esos pobres que siempre ha habido muy pobres y muy ricos, que todos lo asumimos, que lo mejor es resignarse y que bienaventurados los pobres que de ellos es el paraíso después de morirse, de hambre claro.