Con esto de los atentados terroristas siempre pasa lo mismo, unos pocos mueren todos los demás no quedamos aterrorizados y, los gobiernos también siempre lo mismo: “ atraparemos a los culpables, no se saldrán con la suya, todos unidos acabaremos con esta lacra”. Y vuelta a empezar.
Al final llegamos a lo inevitable nuevas normas de seguridad, que rayan o que traspasan los derechos fundamentales de los ciudadanos, que, como estamos aterrados, nos los tragamos enteritos sin rechistar; tampoco es que se pueda decir mucho en estas circunstancias. Esta vez quieren controlar los correos electrónicos y los móviles, además de otras cosas. No se preocupen los que no sean terroristas, nos dicen , no tienen nada que temer, sólo si a uno no le importa que “ personas autorizadas” como se les llama a los que van a poder acceder a los datos, sepan hasta los rollos de papel higiénico que gastas A veces uno piensa que no se sabe si el efecto (normas de seguridad) es consecuencia de la causa (terrorismo) o la causa se produce por el efecto. Lo explican muy bien en la Fragua
No hay que engañarse, controlados ya estábamos desde hace bastante tiempo por la red Echelon. Pero no nos dábamos casi cuenta, como dicen que la usan sólo con los enemigos, pues además, es un aparato de defensa más, claro que los enemigos hasta que no se demuestra lo contrario somos todos.
Por medio de esta red, los EEUU controlan Europa. Codo a codo con los Estados Unidos seencuentran Gran Bretaña y, en la medida de las capacidades de cada uno, Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
Estos cinco estados son los que están involucrados en la trama de la Red Echelon.
"Hay gente inocente que termina en la red Echelon" porque según que palabras digas, esa conversación puede acabar escuchándola una de esas personas autorizadas, que son las que te buscan los problemas.
Parece que hay alguna manera de ponérselo un poco más difícil a estos superespías, de por lo menos perturbarles un poco. Mejor no probar.
Pero por si no nos habíamos dado cuenta el Gran Hermanoya hace tiempo que está entre nosotros, o la gran oreja de momento; todo como ya nos avisó Orwell, en su obra 1984, en el mundo por él retratado en esa novela, era muy importante la seguridad, que fue derivando en una seguridad de cementerio. Estamos empezando, aunque todo va muy rápido, pero, acordarse, aunque todavía somos libres, lo somos en libertad vigilada...electrónicamente.
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