Por una vez Santander se distingue por ser de las primeras ciudades en algo, y si ese algo es ser la pionera en tolerancia y respeto a los demás es para alegrarse. Además para mí es doblemente satisfactorio pues se ha producido en un comercio donde suelo comprar muchas veces.
“Una pastelería de Santander ofrece a las parejas homosexuales, que desde el pasado 1 de julio pueden contraer matrimonio, la posibilidad de poner en su tarta de bodas las tradicionales 'figuritas' que las coronan, tanto para un enlace entre dos hombres como entre dos mujeres.
Además de las figuras para parejas homosexuales, esta pastelería vende otros "muñequitos", que se pueden contemplar en el escaparate del establecimiento, poco convencionales para la tarta de bodas como una pareja de raza negra.”
“Es algo que demandan los clientes y es una oportunidad de negocio” dice el dueño en esta entrevista. Llama la atención en esta página que también venden tartas para fiestas que dan los amigos a los recién divorciados con el lema “bienvenido a la vida”
“En mi comercio todas las personas son iguales” “ sólo dos clientes se han sentido ofendidos·
Por otra parte y en otro periódico de la ciudad, una carta de un señor expresa la opinión homofóbica de muchos santanderinos, aunque a éste parece que se le ha ido demasiado la pinza, pidiendo urinarios públicos especiales para homosexuales.
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