martes, marzo 08, 2005

Recuperar mi humanidad


Fui enviado a Irak en abril de 2003 y en octubre regresé a Estados Unidos con licencia por dos semanas. Retornar a casa me dio la oportunidad de poner mis pensamientos en orden y escuchar lo que mi conciencia me decía. La gente me preguntaba por mis experiencias de la guerra y al responder volvía a vivir todos los horrores: los tiroteos, las emboscadas, la vez que vi cómo arrastraban por los hombros a un joven iraquí sobre un charco de su propia sangre o cuando el fuego de nuestras ametralladoras le arrancó la cabeza a un inocente. La vez que presencié el derrumbe emocional de un soldado porque había matado a un niño, o cuando un anciano cayó de rodillas y gritaba levantando los brazos al cielo, como preguntando a Dios por qué nos habíamos llevado el cuerpo sin vida de su hijo...
sigue artículo entero en La Jornada.

Escrito por Camilo Mejía.Hijo del legendario compositor sandinista nicaragüense Carlos Mejía Godoy (ver entrevista en Masiosare: Camilo Mejía: "Teníamos orden de torturar a los prisioneros"), pasó más de siete años en el ejército y ocho meses combatiendo en Irak. Durante una licencia militar solicitó estatus de objetor de conciencia y fue declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional. El ejército estadunidense lo condenó a prisión por negarse a regresar a la guerra en Irak. El pasado 15 de febrero fue puesto en libertad.



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