jueves, abril 07, 2005

La primera "Bloggera"


Me gustaría hablar sobre este libro que fue publicado en el 1986, no por sus cualidades artísticas y literarias, que las tiene y a las que me referiré, sino porque para mi es un blog , pues me parece que si en el momento en el que la escritora lo elaboró hubiese tenido Internet, habría ido recopilando los escritos diarios en un blog, ya que esto es lo que es, un compendio de papeles, algunos sin fecha exacta, escritos día a día según el estado de animo momentáneo, recapacitando sobre las noticias que va viendo en los periódicos, oyendo en la radio y viendo en la televisión. Al mismo tiempo reflexiona sobre su juventud y educación comparada con la que está viviendo en el momento, tratando de asimilar el golpe tan duro que le ha dado la vida, y queriendo comprender los motivos que llevaron a su hijo a escoger el camino que escogió.

Opina, muy atinadamente creo yo, sobre los temas que en todo momento y lugar son candentes, la educación , la religión, las drogas, las sectas, la marginalidad, la psiquiatria , música etc... y al mismo tiempo que habla sobre la biografía de su hijo escribe sobre su autobiografía intelectual, moral y sentimental.

Su prosa es ágil, con erudición, es detallista y puntillosa en las descripciones de todo tipo de sentimientos, así como de paisajes, o con lo que tenga a bien describir. Por ejemplo su definición de lo que es una paradoja: “Toda paradoja es una contradicción aparente, en cuyo fondo hay que buscar la razón de la sinrazón, con empeño Quijotesco no siempre afortunado.”

Sobre todo es una meditación lúcida al mismo tiempo que patética acerca del destino de su hijo que, como una madre, considera injusto y, como persona consciente, analiza con una lógica y una sinceridad nada comunes.

Por todas estas cosas, una sucesión diaria de escritos, por ser autobiográfico y por hablar sobre lo que según su opinión sucede en el mundo, es por lo que yo creo que Elena Soriano es una de las primeras bloggeras.

Se declara anti-poética y educada por la gran escuela clásica, Stendhal, Dostoyevski, Galdós, etc. Vivió en Madrid hasta su fallecimiento en 1996.

Quiero señalar también la opinión del crítico Rafael Conte: Un libro estremecedor, complejo, irritante, desordenado y absolutamente apasionante.

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