viernes, abril 01, 2005

Morfina por compasión

Declaración de la Asociación Médica Mundial Sobre la Atención de Pacientes con Fuertes Dolores Crónicos en las Enfermedades Terminales


Con motivo del reciente fallecimiento de mi padre, que de acuerdo con su voluntad se produjo en su propio domicilio, he tenido la ocasión de vivir de cerca el debate sobre la sedación en enfermos terminales. Una semana antes le retiraron la diálisis y le recetaron morfina para mitigar el dolor y valium para sedarle, durante la semana que aproximadamente duraría su agonía. Durante este tiempo ningún médico nos visitó en casa.
La morfina se la dosificamos de acuerdo al prospecto y un poco a “sentimiento”, ya que nadie de la familia es médico y tampoco a nadie podíamos consultar por tratarse de días festivos. El valium no se lo pudimos administrar, pues dejó de ingerir líquido y no tuve acceso a inyectables. Tampoco, por el mismo motivo, le pudimos dar analgésicos para el intenso dolor de cabeza que padecía.
Mi padre murió un domingo a las once de la mañana. De acuerdo a ley, no se puede trasladar un cadáver sin certificado de defunción, y éste lo tiene que firmar el médico de cabecera; el suyo no aparecía hasta el martes. Nadie quiso firmar porque nadie le había visto morir ( ni urgencias de su centro de salud, ni en el hospital donde estuvo ingresado, ni llamando al 112). Sólo después de mucho rogar, ya por la tarde, accedió a venir el forense haciéndonos un favor, pues éste no es su trabajo. A las nueve de la noche retiraban su cadáver. Sólo el dolor me impide ver la situación como una sátira de humor negro.
¿Éstos son los servicios de cuidados paliativos que se ofrecen?
¿De verdad que el Plan Nacional elaborado en el 2000 con Celia Villalobos tenía como objetivo que los enfermos terminales fallezcan en casa? ¿Es una broma?
Transmito mi más sincera envidia a todas aquellas personas cuyos familiares fallecieron en el hospital Severo Ochoa con sedación, vigilados por un equipo médico.
Ana Capsir Brasas
. Valencia

¿PROTOCOLO DE SEDACIÓN?

Como profesional médico que lleva trabajando en la sanidad pública muchos años, no deja de sorprenderme que se haya destituido a un gerente, un director médico y un coordinador de urgencias del hospital Severo Ochoa por “irregularidades administrativas” al no cumplirse un protocolo de sedación en una urgencia.¿ Sabe el señor consejero cuántos protocolos de sedación existen en España o en Madrid? Posiblemente ninguno. Desde luego, en los hospitales en los que yo he trabajado ( hospital del Mar, hospital Ramón y Cajal) o en el que estoy actualmente( Fundación Hospital Alcorcón), en todos ellos con cargos de responsabilidad, no existen esos protocolos; y no se hace consentimiento informado por escrito para sedar a un paciente. Creo que debe haber” algo más” que justifique la destitución de estas personas, pero usar la coartada de los protocolos me parece absurda y poco creíble.
Manuel García Carasusan.

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