Leonor, un simple nombre de niña que nos obliga, como sociedad moderna, a cambiar la Constitución. En absoluto soy monárquica, pero como mujer me alegra de sobremanera que el primer descendiente de los Príncipes de Asturias sea una niña. Esta niña ha puesto de manifiesto en todas partes que todavía quedan muchas barreras para la igualdad entre hombres y mujeres.
El hecho antidemocrático y contrario a todo principio de igualdad que propugna el artículo 57 de la Constitución Española queda así en evidencia. Algunas no podemos olvidar que nuestra Constitución actual estuvo redactada íntegramente por hombres, los llamados "siete padres", y por ninguna mujer, y eso se nota en aspectos como éste. La importancia de este nacimiento radica precisamente en eso: en que nos obliga a revisar nuestra Carta Magna, y aunque de momento parece que hay consenso en las voluntades de hacerlo, veremos cuál es el resultado final.
En este caso, Leonor es un símbolo más del punto de hipocresía con que afrontamos los temas de igualdad entre hombres y mujeres. Y digo bien, hipocresía... Por Tere Mollá.
"Calzado con zapatones de madera de fresno y suela de piedra. Porta una honda y un catalejo. Ayuda a encontrar los objetos perdidos por la personas buenas, pero no socorre a quienes tengan mala intención, burlándose de estos desde su escondite en la espesura".
sábado, noviembre 05, 2005
Leonor, un nombre para el cambio
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