jueves, noviembre 17, 2005

Una historia de amor

Iglesia de Saint Sulpice

El domingo seis de noviembre en la sección de opinión de los domingos en el País, Vargas Llosa empezaba su artículo La lucha contra el ángel, así:

"El párroco de la iglesia de Saint Sulpice, en París, anda muy atareado últimamente, con las masas de turistas que, su ejemplar de El código da Vinci, de Dan Bown, bajo el brazo, vienen a preguntarle dónde está la línea de plata en el centro de la nave que describe el narrador ( y que en efecto existe) y dónde se comete aquel crimen que es uno de los episodios neurálgicos de la novela. Un amigo mío que trabaja en la editorial Plon, exactamente frente a Saint Sulpice, al otro lado de la bellísima plaza, y que conoce al párroco, me dice que éste anda desconcertado y entristecido con esta prueba flagrante de enajenación colectiva: ¿Cómo es posible que tanta gente se tome en serio ese disparate sacrílego según el cual Cristo y María Magdalena procrearon y el secreto de la estirpe que así fundaron lo preserva hasta nuestros días una secta de fanáticos que no vacila en recurrir al crimen para evitar que se haga público?"

En el País de 8-11-05 nos podemos informar que Juan Arias, ex sacerdote y periodista, que parece que no es presa de esa enajenación colectiva que describe el párroco de Saint Sulpice, ha escrito un nuevo libro “LA MAGDALENA” el ultimo tabú del cristianismo. El secreto mejor guardado por la iglesia: las relaciones entre Jesús y María magdalena, en la que explica que “La Magdalena vivió con Jesús una apasionada historia de amor". Pero no es sólo eso, dice él. Leer entrevista.

No quiero opinar de la sociedad secreta pues no conozco nada al respecto, pero el disparate que sostiene que Jesús y la Magdalena pudieran haber sido pareja y haber procreado, me parece una hipótesis mucho más verosímil que la que oficialmente sostiene la Iglesia; una madre virgen, unos reyes magos atraídos por una estrella, un Jesús milagrero y poco factible, es muy difícil que un hombre en aquel tiempo pudiera permanecer sin pareja, una resurrección, todo ello una fábula muy bonita, otra cosa es que sea más creíble que el otro cuento.

Además tiene el encanto y la frescura de las historias bonitas, tiernas, románticas, de las que a la gente indefectiblemente le magnetizan , como la historia de la no muerte de Elvis Presley, a todos nos seducía la idea de que no hubiese muerto, estábamos dispuestos a creernos cualquier cosa, nos hacia ilusión, creo que a muchos nos pasa con María Magdalena y Jesús, no nos creemos el relato oficial que parece tendencioso, dirigido en sus fines, poco pasional, para lo que exigía ese guión y nos encandila esa otra fructífera aventura amorosa. Aunque sea también otra invención.

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