jueves, mayo 26, 2005

Bebes


Tengo la esperanza de que la captura de una red de violadores de bebés sea una falsa alarma. Creo que una aberración psiquiátrica de alguna persona pueda conducirle a cualquier acto: pero una red parece demasiado general. En Estados Unidos se han encontrado simulaciones, y se ha prohibido literalmente la imitación. Tampoco tranquiliza: los simuladores ni siquiera delinquen, pero sus espectadores se mantienen también en el terreno de la patología. Una patología grave, a mi punto de vista, que es más arriesgada para la salud del actor y del mirón que del propio niño. Lo que me gustaría es que alguien con conocimiento de causa y con experiencia clínica nos explicase cuidadosamente qué puede conducir a este desastre. Supongo que procede de la represión de la sexualidad normal, que tanto daño hace en España desde hace siglos, y que aún ahora se predica como una muestra de orden y de equilibrio.

visto en el blog de Haro tecglen

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