miércoles, mayo 11, 2005

El Estado de la Nación

La nostalgia es rentable

"¿Quién dijo que el Debate del Estado de la Nación es sobre el presente y, sobre todo, sobre el futuro del país? No han escuchado a Zapatero y Rajoy en sus discursos de esta tarde. El presidente y el líder de la oposición no han dejado de recordarse cosas que ocurrieron hace mucho tiempo. Tanta nostalgia ha circulado por el hemiciclo que Zapatero ha terminado por llamar a Rajoy “señor Aznar”.

Cuando Rajoy le recordaba la fulgurante salida de Iraq de las tropas españolas, Zapatero ponía sobre la mesa las armas de destrucción masiva iraquíes que nunca aparecieron. Si Zapatero retomaba un clásico de las noches electorales (el “Pujol enano, habla castellano” que se oyó en la celebración de una victoria del PP), Rajoy acusaba al PSOE de no haber condenado las manifestaciones ante las sedes del PP en el 13 de marzo". Más en blogs Telecinco, donde se puede leer un resumen del debate hasta las 20 horas.


He estado viendo el debate, sólo la 1ª respuesta de Rajoy y la contrarréplica de ésta, he visto lo mismo de siempre, la respuesta de Rajoy me parece muy poco asertiva, como tiene que ceder hacia el lado más derechista de su partido, suele quedar muy bien con los que le piden sangre, pero esa sangre salpica a otros partidos y claro por un lado asienta los votos de los incondicionales pero pierde votos de donde debiera sacar alguno. Me explico, le echa en cara a Zapatero que, es rehén de ERC, pero llama a éstos radicales innecesariamente, con lo que en Cataluña le ven como un anticatalán. Vuelve a echar en cara que se ha paralizado el plan Hidrológico, qué le dirá usted a los de Murcia, pero claro en los Monegros y aledaños no gana mucho, en Cataluña tampoco con este tema; yo eso lo veo muy zafio, al más puro estilo de Federico Jiménez de todos los Santos. Para ser buen parlamentario, para mí, hay que nadar y guardar la ropa, ser buen orador es como ser un buen arquitecto , y Rajoy lo degrada, lo rebaja a la categoria de albañilería, que aunque no deja de ser un buen oficio, y muy digno, no nos toca tanto la fibra.
Pertenece a esos que piensan que, yo digo siempre lo que pienso y además no hago concesiones pues lo digo a la cara, cual concursante de gran hermano, el oficio de orador es el del imperio de la metáfora, la sensibilidad, el de decir mucho con pocas palabras, utilizando ideas fuertes y vocablos suaves.
Me ha hecho mucha gracia también cuando Rajoy dice a Zapatero que, él siempre está hablando de su talante, la palabra mágica de la derecha, "y yo, modestamente también tengo mi talante", o algo así dijo. La derecha se ha puesto una gran piedra en su camino con esta palabreja, no hay concejal, contertulio o liberal callejero que no hable de ella; sí señor Rajoy, sabemos que tiene usted talante, de eso no tenemos duda, lo que no se ha dado cuenta que, eso que queda muy bien de cara a la masa propia, le deja a poca altura, pues no se puede decir si no va acompañado de "buen o mal" ya que es difícil tener sólo talante, se tiene como mínimo, buen o mal talante. Por estas cosas, algunos gestos de altanería, y ese aire de empollón que se suelta un poco el nudo de la corbata, pero sólo un poco, a mi me da la impresión más de director general cumplidor, voluntarioso y bien mandado que de presidente de Gobierno.
Zapatero bueno, en su respuesta, lo que yo he podido oir, en su línea, pero está vez no ha querido que Rajoy se vaya de rositas ha sido más duro, creo que le han hecho mella los numerosos insultos personales recibidos, de todas las maneras se le ve con más cintura. Y ya se ve, ha recordado tanto a Rajoy los tiempos pasados que lo confundió con Aznar.

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