Estamos asistiendo en España a unos horribles asesinatos a sangre fría, con unas técnicas más propias de la Edad Media ( martillazos, hachazos, etc.) que de los tiempos que vivimos,-supuestamente más comedidos y dialogantes- que dejan un rastro de terror y de sangre, y que nos sirven de aviso: en cualquier momento podemos caer fulminados y relegados al olvido por algún asesino caprichoso desconocido.
No existe criatura más temible que el criminal antojadizo cuya conducta ni tiene lógica ni sigue un método establecido. Cuando nos enteramos de actos violentos que parecen ocurridos al azar o que son totalmente gratuitos nos invade un sentimiento especial de pánico y de confusión.Todo el artículo
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