«La vida sexual en la antigua China» (Siruela) nos descubre un mundo nuevo, despojado de tópicos y tabúes, en el que las mujeres desempeñan un papel sutil pero crucial como esposas, amantes y madres
TEXTO: ISABEL REPISO La travesía que nos propone Van Gulik (1910-1967) abarca más de una decena de dinastías y 3.000 años de historia a través de los que se repasan las prácticas sexuales de los habitantes de la antigua China.
(...) A lo largo de su historia, China conoció épocas de decoro y otras de mayor apertura, aunque todas ellas dominadas por notas comunes como la poligamia, la separación entre sexos, o la preferencia por hijos varones.
El universo femenino
El universo femenino que se dibuja en el libro es muy diverso del europeo. A diferencia de la concepción occidental, la sociedad china se asentaba sobre un sistema sexual polígamo en el que cada hombre tenía su propio harén, compuesto por la consorte principal, las secundarias y las concubinas. Esta jerarquía implicaba una serie de sutiles privilegios. Así, mientras las concubinas estaban obligadas a abandonar el lecho antes del alba y servían para adiestrar al esposo, los encuentros con las esposas tenían como fin la procreación y podían prolongarse hasta la mañana siguiente. Precisamente esta diferenciación determinaba el calendario familiar, limitando los encuentros con las esposas a los días fértiles y haciendo más frecuentes los de las concubinas. Por extraño que pueda parecer, la esposa principal era la encargada de elegir a las mujeres con las que tendría que «compartir» a su esposo, entre doncellas, concubinas y segundas esposas.
La consideración de la virginidad como requisito para alcanzar el rango de esposa principal propiciaba que las casadas tuvieran más libertad que las solteras, que vivían prácticamente enclaustradas. Por otra parte, las de clase humilde gozaban de una vida sexual más intensa que sus coetáneas nobles, que estaban sujetas a estrictos ritos.
Con la expansión del Imperio, el confucianismo se instauró como base moral, caracterizada por la neta separación entre sexos, la importancia de la procreación y la sumisión de la mujer al hombre. Dicha corriente impuso un estricto código de comportamiento que regulaba múltiples aspectos de la vida familiar, incluido el cortejo sexual, que era controlado por intermediarios que elaboraban censos y establecían consumaciones... [ + ]
Además de recomendar un libro, un poco más en broma, recomendaré una película y cuidado con lo que te lavas este verano la cabeza se venden cosas muy raras en los supermercados. y por favor no dormirse en la playa si no hay alguien conocido vigilando hay bichos muy raros y acechan.
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